segunda-feira, 12 de maio de 2014

Teresa Salgueiro no La Jornada




México, Df. La cantante portuguesa Teresa Salgueiro ofreció la tarde noche de este domingo el concierto “Luz Serena”, dedicado a las madres trabajadoras, en el Museo de la Ciudad de México, en lo que fue la primera escala de sus presentaciones que la llevarán en segundo término al Festival Cultural Texcoco 2014, el miércoles 14 de mayo.

El recital incluyó canciones para las madres que no pueden ayudar a sus hijos porque se encuentran lejos, para las progenitoras que después de criar durante años pierden a sus vástagos en “estúpidas guerras”, para las mamás trabajadoras que desarrollan una doble jornada: en casa y en el centro laboral, donde por el mismo trabajo ganan menos por el sólo hecho de ser mujeres.

Precedida de una fama internacional por haber sido la vocalista de Madredeus, de 1987 a 2007, intercaló pensamientos sobre lo que permite el fado, música tradicional de Portugal y de su natal Lisboa. A los dieciséis años fue la voz de los Amanti, grupo de neo-punk, y le gustaba pasar el tiempo en las tabernas de la capital portuguesa, donde todavía se podía escuchar y cantar fado, género denostado por su relación cercana al régimen del dictador Salazar.

Previo a su entrada al escenario, fue recibida por Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, dependencia organizadora del concierto, y por Patricia Mercado Castro, secretaria del Trabajo y Fomento al Empleo del GDF. Tomó la palabra la antropóloga Marta Lamas, quien citó la importancia del  recital dentro de los festejos del Día de la Madre, y resaltó la importancia de impulsar la corresponsabilidad en la familia mexicana. Puso como ejemplo los logros en países como Islandia, donde las parejas se hacen cargo durante varios meses del cuidado de los niños en forma equitativa. Los centros de trabajo facilitan los permisos para que el hombre atienda las necesidades de los hijos. Lamas acotó que en México falta mucho para llegar a esto pero todo se empieza por sueños e ideas, y planteó la necesidad de presentar al jefe de gobierno de la ciudad, Miguel Ángel Mancera un proyecto al respecto.

Se anunció el programa musical que tuvo como primera protagonista a la mexicana Iraida Noriega, jazzista que demostró esta noche sus avances vocales con ejercicios que denotaron calidad y control. Entre otras cantó e improvisó con melodías conocidas como Mujer contra mujer, otrora éxito de Mecano; La muñeca fea, de Crí -Crí. Cerró con la conocida Niño de la Luna, donde hizo una larga improvisación, antes de regresar al conocido fraseo final.

Fue entonces cuando se anunció la participación de Teresa Salgueiro, quien arribó al escenario a paso lento, como flotando, a ritmo de fado. El patio del Museo de  la Ciudad fue adornado con farolas elaboradas en El Faro de Milpa Alta. En adelante se escucharon sonidos propios de los bares y calles de Portugal y, básicamente, del disco O Misterio, la más reciente producción de esta artista. Retumbaron los viejos sonidos de las tabernas y las saudade que entristece y regocija; es un dolor que acaricia.

“Estoy muy contenta de estar otra vez en México. Saludos a la Secretaría de Cultura del DF, que han atendido de manera excelente. Gracias. Este concierto es para las madres trabajadoras y contra el vacío que se queda para siempre cuando un hijo se va”.

Interpretó en total 16 creaciones comenzando por La Batalla;  rindió homenaje a los músicos de fado que en su país; citó lo agradecida que está por haber estado varios años  con sus amigos de Madredeus y cantó como agradecimiento a México la bravía Paloma Negra, que se mezcló para bien con su voz de fado.


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